Kirby – Planet Robobot (3DS) – Análisis “Sencillo y divertido”

Al igual que la mayoría de títulos de la franquicia, Kirby: Planet Robobot es sencillo pero muy divertido. El “chiste” del juego no está en la dificultad, si no más bien en lo interesante que puede resultar el diseño de los niveles, los coloridos y poderosos que son los poderes que puede adquirir la famosa bola rosada y, en el caso específico de este juego, lo casi invencible que uno se puede volver al utilizar robots gigantes.

Sí, como el título da a entender, en Planet Robobot Kirby puede manejar robots gigantes en ciertas situaciones. En un principio, esta nueva característica podría parecer como algo fuera de lugar en un juego de Kirby, un gimmick innecesario, pero felizmente no es nada de eso. Combina estos mechs con sierras eléctricas, lanzallamas, bloques movibles y destructibles, y un diseño de niveles muy original, y obtienes un juego verdaderamente divertido.

Kirby: Planet Robobot tiene seis mundos en su modo de historia, y a su vez, cada mundo contiene cinco niveles, y un jefe principal. No se trata de un juego particularmente largo o complejo—la historia es de lo más básica (y es presentada en unos cuantos cutscenes; cortos pero llenos de carisma) y uno se la puede pasar en seis horas o menos, pero el juego contiene bastante replay value, ya que para completarlo al 100%, es necesario adquirir una serie de coleccionables. De hecho, una vez que me terminé la historia, solo había completado un 40% del juego. (Aunque en mi defensa, me pasé la mayoría del título durante unos viajes en carro, por lo que no jugué tan minuciosamente como siempre).

Predeciblemente, Kirby tiene la habilidad de adquirir los poderes de los enemigos que encuentra en su camino. Desde bombas hasta poderes de plantas, de ninja, de espadachín o de karateka, la variedad de habilidades que Kirby puede obtener es amplísima, por lo que el juego jamás se torna repetitivo o aburrido. De hecho, el que uno pueda darle diferentes tipos de ataques a nuestro protagonista no solo brinda la oportunidad de derrotar enemigos de maneras distintas—es necesario utilizar ciertos poderes para resolver algunos puzzles, y por tanto obtener ítems secretos o abrir nuevos caminos.

De hecho, lo más interesante del juego, más que la historia básica o los personajes, está en todos los secretos y coleccionables que uno tiene que encontrar. Para empezar, cada nivel contiene tres cubos de información escondidos. Para poder acceder al jefe final de cada mundo, es necesario obtener cierto número de estos cubos. Al principio del juego, son bastante fáciles de encontrar, pero mientras uno va avanzando, los puzzles para descubrirlos se van haciendo más específicos y complicados, por lo que llegar a obtener todos los cubos de todos los niveles se va haciendo más difícil. No me tomen a mal, no se trata de un reto imposible—Kirby no es una franquicia famosa por su dificultad—pero al menos hace que el juego no sea demasiado fácil de completar al 100%.

Por otra parte, uno también puede ir encontrando diferentes stickers a lo largo del juego, lo cuales pueden ser pegados en los brazos de los robots que Kirby utiliza. Se trata de un elemento interesante, el cual le pone más reto a los niveles, y le da en la yema del gusto a aquellos que les gusta coleccionar… todo. Es un pena, entonces, que el juego lo limite a uno a ponerle solo dos stickers a su robot, especialmente considerando que hay más de doscientos. ¿Que tendía de malo ponerle un sticker en el pecho o en la pierna al robot?

Al igual que la mayoría de títulos de la franquicia, Planet Robobot es un juego de plataformas estilo 2D (pero con gráficas en 3D en este caso, claro está) y en ese sentido funciona de maravilla. Kirby se controla tan bien como siempre, suavemente y con sus habilidades (como la de flotar) intactas. El diseño de niveles de sublime—de hecho, el juego es uno de los pocos en el catálogo del 3DS (o New 3DS) que aprovecha el efecto 3D al máximo.

¿Como así? Pues la mayoría de niveles están construidos por capas. Tienes plataformas en primer término y en el fondo, y Kirby puede ir moviéndose entre estos planos. Esto le otorga una sensación muy palpable de profundidad al juego, lo cual es maximizado con el efecto 3D. Uno verdaderamente siete que está dentro del juego, y al igual que las películas que saben usar el 3D (como Avatar o Gravedad), Planet Robobot lo usa para crear profundidad y sumergir al jugador en el colorido mundo de Kirby, y no para lanzar cosas a la pantalla o hacer otras tonterías.

Por otra parte, cabe recalcar que el juego lanza un par de niveles en donde se varía un poco de gameplay, como para que las cosas no se tornen demasiado monótonas. Hay un par de niveles tipo shooter clásico, por ejemplo, en donde Kirby maneja una nave que puede disparar rayos, la cual usa para derrotar enemigos, abrirse camino y, por qué no, descubrir secretos. Y también hay niveles en donde la pantalla va moviéndose por sí sola y uno tiene que “ganarle”, u otros en donde ventiladores gigantes empujan a Kirby a la izquierda y a la derecha, y uno tiene que usarlos a su ventaja. Algunos podrían pensar que el juego trata de hacer tantas cosas que las termina haciendo mal, pero felizmente ese no es el caso. Todo nivel está bien diseñado, y maneja un buen balance entre enemigos y plataformas bien posicionadas.

Lo cual me lleva a los famosos robots. Sí, son geniales; están bien diseñados y, al igual que Kirby, pueden absorber los poderes de sus enemigos. Pero hasta cierto punto, son demasiado poderosos. Estos robots pueden destruir casi todo (desde enemigos comunes hasta carros, plataformas y cajas gigantes), por lo que Kirby se vuelve casi invencible al utilizarlos. Entiendo que el punto de un juego de Kirby no es ser difícil, pero estos robots hace que la cosa sea muy fácil por momentos. Felizmente su uso no es demasiado frecuente, y es incluso opcional en algunas secciones.

Adicionalmente, vale la pena mencionar a los jefes. Sí, le otorgan incluso más variedad al título y son divertidos de vencer… pero son demasiado débiles para mi gusto. No hubo absolutamente ningún jefe que fuese difícil de vencer. Siu rutinas son predecibles, sus movimientos fáciles de esquivar (sí, incluso los que hay que destruir en los niveles tipo shooter) y a final de cuentas, uno no tiene más que spammear el botón de ataque para derrotarlos. Los únicos jefes que me parecieron memorables fueron los finales, ya que fueron varios seguidos—toda una secuencia exagerada y divertida, debo admitir.

Gráficamente, el juego es cumplidor. Como mencioné anteriormente, el efecto 3D está muy bien usado. El diseño de los personajes, tanto de los enemigos como de los jefes es exactamente lo que uno esperaría de un juego de Kirby: colorido y memorable. Los niveles son variados; tenemos desde ciudades hasta fábricas hasta niveles de agua (los cuales se controlan bastante bien y no resultan frustrantes, felizmente).

Finalmente, Planet Robobot cuenta con otros modos de juego para probar una vez que uno termina con el modo de historia. En Kirby 3D Rumble uno tiene que ir derrotando enemigos y formando combos infinitos en ambientes 3D; es divertido pero superficial. En Team Kirby Clash uno puede enfrentarse a jefes solo o con amigos; me gustó el estilo tipo RPG que maneja. Hay un modo tipo boss rush llamado The Arena, el cual puede resultar interesante para aquellos que buscan un mayor reto en este título. Y en Meta Knightmare Returns, uno controla a Meta Knight en un modo historia breve, con gameplay ligeramente distinto al principal y nuevos jefes.

Kirby: Planet Robobot es el juego perfecto para consola portátil: sencillo, divertido, fácil de jugar por breves períodos de tiempo (o como yo, durante viajes) y de retomar cuando provoque. No, no es particularmente profundo ni muy difícil, pero sí que es entretenido, especialmente si uno busca relajarse a través de un título bien hecho, gráficamente llamativo, con efectos 3D inusualmente efectivos y con controles que han sido refinados a través de los años. Podría tener un mayor reto; podría aprovechar más sus ítems coleccionables y podría presentar jefes más interesantes, pero en general, no me puedo quejar demasiado de Kirby: Planet Robobot. Después de todo, esta franquicia es de las pocas que realmente puede garantizar varias horas de inocente diversión.

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