A Hole New World (Nintendo Switch) – Análisis

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A Hole New World

$9.99
8.2

Gráficos

9.0/10

Sonido

8.5/10

Gameplay

8.5/10

Dificultad

7.0/10

Rejugabilidad

8.0/10

Pros

  • Gráficas old-school
  • Excelente gameplay
  • Variedad de niveles
  • Intrigante premisa
  • Harta atmósfera

Cons

  • Algo lineal
  • Problemas con checkpoints
  • No hay mapa

“A Hole New World” es el juego perfecto para aquellos gamers a la antigua que extrañan los títulos de plataformas de antes: tanto a nivel gráfico como de gameplay, “A Hole New World” nos recuerda a los juegos de la época de la NES y SNES. Y aunque no es igual de difícil que aquellos juegos —felizmente—, tiene suficientes retos, así como suficientes características un poco más modernas, como para convertirlo en una buena opción para aquellos que estén buscando algo más básico, pero inmensamente satisfactorio.

El concepto de “A Hole New World” es intrigante: nos presenta dos mundos, uno real, por así decirlo, y uno paralelo (o que está al revés…. ¿alguien también pensó en “Stranger Things”?), el cual puede ser accedido a través de una agujeros en el piso por el que salen unos enemigos invasores que matan todo lo que ven. Uno controla al Maestro de las Pociones, quien debe atravesar seis mundos y varios niveles para deshacerse de estos invasores, utilizando varios tipos de ataques y de técnicas. Es básico, pero funciona.

Lo cual, siendo justos, es coherente con la estética que maneja el juego. Después de todo, los títulos de antaño, en su mayoría, tampoco se concentraban demasiado en la narrativa. En esos juegos —y acá también—, el foco está en el gameplay y los controles, en el diseño de niveles y en la atmósfera.

Además, el foco también está en el modo para 1 jugador. Se supone que “A Hole New World” cuenta con más modalidades, pero creo que se desbloquean una vez que uno acaba la campaña principal. No importa. Aparte de lo que uno se imaginaría, el título también incluye un elemento de scoring, el cual le otorga puntos a uno mientras va jugando mejor, recolectando cristales y comida luego de derrotar enemigos. Mientras más puntos tenga uno, más vida puede obtener, lo cual se va haciendo más util mientras uno avance en el juego; como se deben imaginar, los últimos niveles —y en específico, los últimos jefes— son particularmente complicados de vencer.

Definitivamente la mecánica más novedosa de “A Hole New World” tiene que ver con los dos mundos paralelos. En todos los niveles, uno puede ir alternando entre el mundo común y corriente y, haciendo uso de los agujeros en el suelo, del mundo al revés. Dichos huecos pueden ser utilizados no solo para ir de un lugar a otro, si no también para encontrar ítems secretos, evadir trampas, derrotar enemigos, o simplemente encontrar un pasaje secreto.

Ahora bien, a pesar de tener todas esas opciones a su disposición, “A Hole New World” es, lamentablemente, un juego bastante lineal. Casi no hay backtracking —por lo que no deberían emocionarse por un jugar un Metroidvania; no lo es— y el camino que uno debe seguir está marcado de manera súper clara. Sí, me hubiese gustado tener una mayor variedad de caminos y de secretos por descubrir, de rutas alternas o de zonas inexploradas, pero a la vez, considerando que el título depende de la mecánica entre ambos mundos, entiendo por qué decidieron hacerlo tal lineal. Es posible que combinar mundos más abiertos con la mecánica de los agujeros hubieran convertido a “A Hole New World” en una experiencia confusa y hasta frustrante.

Lo cual, curiosamente, no quiere decir que “A Hole New World” sea fácil de entender. De hecho, a pesar de ser tan lineal, si hay momentos en los que es fácil perderse, más que nada porque no hay ningún mapa que uno pueda usar. Además, a pesar de que uno cuenta con un ataque de poción básico, puede ir desbloqueando diferentes variantes de lo largo del juego; el problema aquí, es que luego de que uno los desbloquea y el juego informa de qué se trata y como se usa… ¡es imposible volver a encontrar la información sobre el ataque! Así que el gamer se queda con dos opciones: o lo apunta apenas sale el mensaje a la hora de conseguirlo, o trata de memorizárselo. El hecho de que no haya ningún tipo de menú de inventario para chequear esta información sí me parece un grave error.

Fuera de eso, la manera en que se controla al personaje principal está muy bien; los controles responden inmediatamente, y el gameplay en general es fluido. De hecho, sin importar qué ataque se está usando, es posible cambiar de dirección a la hora de ejecutarlo —tanto en vertical como en horizontal y en diagonal, lo cual ayuda a determinar la manera en que se atacarán a los diferentes tipo de enemigos. El ataque cargado —provisto por el hada que acompaña al protagonista; ¡espero que sea una referencia a “The Legend of Zelda”!— es muy útil, especialmente cuando se está enfrentando a grupos de enemigos.

Un aspecto que me fastidió, no obstante, es el hecho de que, al morir, uno regresa al último checkpoint por el que pasó. Esto usualmente funciona, especialmente considerando que los checkpoints están colocados con cierta frecuencia, pero resulta ser un problema con los jefes. ¿Cuál es el problema? Pues que los jefes NO son un checkpoint, por lo que si uno muere batallando contra ellos… ¡revive en un checkpoint que puede estar bastante lejos del jefe! La solución es obvia —convertir al enfrentamiento con el jefe en un checkpoint— por lo que espero que sea resuelta eventualmente con un patch o algo por el estilo.

Las gráficas son recontra old-school, haciendo uso de arte tipo 16-bits. Son vistosas y coloridas, y el diseño de los enemigos, así como de nuestro protagonista, es atractivo y no carece de carácter. El juego cuenta con la opción de agregarle un filtro CRT a la pantalla, como para mejorar la ilusión de que uno está jugando un título de la era de la NES o SNES, y la música también contribuye a este feeling nostálgico. Como se trata de un título poco demandante a nivel técnico, “A Hole New World” corre perfectamente tanto en el modo portátil de la Nintendo Switch, como en la TV.

“A Hole New World” es un juego de plataformas y acción bien hecho que, a pesar de manejar una estética tipo vintage, no depende de la nostalgia para funcionar. El gameplay es fluido y divertido, los jefes son gigantes y complejos de asesinar, los niveles están bien diseñados —y el concepto de los dos mundos paralelos, a los que se acceden a través de los agujeros, está bien aprovechado—, y aunque es algo lineal e injusto por momentos, sus defectos no son suficientes como para malograr la experiencia en general. “A Hole New World” es perfecto para quienes busquen recrear el feeling de enviciarse con un videojuego de la infancia, pero sin abusar demasiado de la dificultad.

 

Este análisis fue realizado con un código de descarga para la eShop de Nintendo Switch brindado por Mad Gear Games.

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